Analicemos Nuestras Cuestiones

January 19, 2015 4:34 PM

Cuando el 115° Congreso de Estados Unidos se reunió la semana pasada por primera vez, la nueva y más amplia mayoría republicana de la Cámara se puso a trabajar de inmediato, dando un paso que podría significar que unas once millones de personas que reciben beneficios de Seguro Social por Discapacidad vean sus beneficios de Lifeline recortados en un 20% en 2016. Incluso podría significar recortes a los beneficios de jubilación del Seguro Social para todos.

Se las arreglaron para hacerlo a través de un cambio de reglas. En virtud de este cambio, el Partido Republicano está deteniendo la transferencia de dinero de los fondos fiduciarios de jubilación del Seguro Social hacia el Fondo de Discapacidad del Seguro Social, que está en apuros económicos. La Nueva regla de los republicanos sólo permitirá que esta transferencia se produzca si mejora la salud financiera de los dos fondos fiduciarios combinados.

Como el Hotel Voice ha explicado antes, hay diferentes fondos fiduciarios del Seguro Social. El fondo fiduciario de la discapacidad ya no tiene suficiente dinero para pagar las prestaciones, mientras que el fondo de retiro tiene actualmente más dinero de lo que paga en beneficios. El problema con el fondo de la discapacidad ha existido desde el primer mandato del presidente Ronald Reagan y siempre ha sido corregido con la transferencia de dinero excedente del fondo de jubilación. Esto se conoce como “reasignación” y, de hecho, estas reasignaciones han ocurrido 11 veces por separado desde 1982. Sin estas reasignaciones el fondo del Seguro Social para los discapacitados se tendría que declarar insolvente. Sin una nueva redistribución, el fondo se quedará sin dinero el próximo año.

Debido a la nueva norma aprobada por republicanos de la Cámara la semana pasada, la única forma de una transferencia de dinero del fondo de retiro al fondo de la discapacidad puede ocurrir si los nuevos ingresos se elevan o si los beneficios se recortan. Es evidente que la mayoría republicana en el Congreso no va a aprobar nuevos impuestos, y que deja como único recurso la reducción de las prestaciones para resolver la mala salud financiera del fondo de discapacidad del Seguro Social.

El senador Sherrod Brown, demócrata de Ohio, no permitió que esta tranquila maniobra parlamentaria republicana pasara desapercibida. Brown dijo, “La reasignación nunca ha sido motivo de controversia, pero los detractores que trabajan para privatizar el Seguro Social harán cualquier cosa para fabricar una crisis de una función administrativa de rutina. La reasignación es una cuestión de limpieza de rutina que se ha usado 11 veces, incluyendo cuatro veces bajo Ronald Reagan. Una modesta reasignación de impuestos sobre la nómina aseguraría la solvencia de ambos fondos fiduciarios hasta el 2033. Pero, si los representantes (diputados) republicanos bloquean la reasignación, el seguro para los estadounidenses con discapacidad, los veteranos y los niños podría enfrentar severos recortes una vez que el fondo fiduciario se agote en el 2016.”
¿Cuán siniestra fue esta acción por republicanos de la Cámara? La Alianza para Loa Americanos Jubilados no se anduvo con rodeos, llamando a la maniobra “un ataque directo a la tercera edad, a los estadounidenses con discapacidad y al fondo fiduciario de la Seguridad Social; y un total desprecio por mantener la promesa a los estadounidenses trabajadores que han aportado al Seguro Social”.

La coalición denominada Obras  por la Seguridad Social dice que la acción de los republicanos de la Cámara es ‘un “ataque a las familias trabajadoras de Estados Unidos con un estilo de toma de rehenes para forzar cambios a un programa tan vital como el Seguro Social, que el pueblo estadounidense no quiere.

Max Richtman, presidente del Comité Nacional para la Preservación de la Seguro Social y Medicare, dijo: “Es difícil de creer que el único objetivo de este cambio a la reglas sin precedentes sea recortar beneficios para los estadounidenses que han trabajado duro toda su vida, pagando aportes al Seguro Social y confiando en sus beneficios del Seguro Social, incluyendo el seguro por discapacidad, con el fin de sobrevivir”.

Para empeorar las cosas, Paul Ryan es ahora el presidente del House Ways and Means Committee (Comité de Medios del Congreso). Con Ryan a la cabeza, los republicanos son propensos a insistir en cambios drásticos en todo el programa en lugar de la reasignación.

Nadie debería sorprenderse al ver que los republicanos están silenciosamente socavando el sistema de Seguro Social. Si bien es dudoso que puedan anular un veto del presidente Obama contra cualquier legislación que impacte el sistema de Seguro Social, hay poco que el Presidente o que los demócratas en el Congreso puedan hacer respecto de este ataque al sistema de Seguro Social que se vale de un cambio en las reglas sorpresivo. En definitiva, lo único que puede impedir que los republicanos arruinen el sistema de Seguro Social son los votantes. Es por eso que es una suerte que haya otra elección nacional (en noviembre de 2016) antes de que el fondo de discapacidad del Seguro Social se declare insolvente. Si los estadounidenses acuden a las urnas en 2016, entendiendo lo que los representantes republicanos hicieron en silencio la semana pasada, podemos apostar que la mayoría republicana en ambas Cámaras del Congreso será de corta duración.