El Radisson JFK y Butler Hospitality son descubiertos tratando de reemplazar a trabajadores de la Unión
En marzo de 2020, cuando la pandemia de COVID-19 comenzó, el Radisson JFK cerró su restaurante y bar, llamado Connections. Poco después, el hotel diseñó un sistema para eliminar trabajos de la Unión permanentemente en su departamento de comida y bebida. En lugar de convocar a sus empleados de la Unión, como requería el IWA, eligió subcontratar el trabajo a una compañía llamada Butler Hospitality. Butler alquila espacio de restaurantes de hoteles para operar como “cocina fantasma” para preparar y llevar comida a hoteles, uno de los cuales estaba justo al lado en el Crowne Plaza Hotel JFK, hotel fuera de la Unión. Esto les terminaría costando caro. La Unión no solo obligó al Radisson JFK a dejar de usar Butler, sino también ganó una decisión de pagas retroactivas en el arbitraje para los trabajadores suspendidos cuyos trabajos fueron subcontratados.
Antes de la pandemia, los cocineros de la Unión preparaban el desayuno, almuerzo y cena para el restaurante del hotel, además de los productos de su estación de “Comida para llevar”. Cuando el camarero de banquetes Edwin Diaz notó que los pancakes, huevos, sándwiches, ensaladas y frutas que solían ser preparados por cocineros de la Unión ahora estaban siendo distribuidos desde afuera, sospechó que el trabajo de sus hermanos y hermanas de la Unión estaba siendo subcontratado. Comenzó a tomar fotos para reunir evidencia y se las envió a su Agente de Negocios, Mike Ryder.
Al mismo tiempo, José Fernández, un trabajador de la cocina de la Unión y cocinero en el Radisson JFK, estaba recolectando su propia evidencia. En octubre de 2021, fue contratado como cocinero por Butler Hospitality para trabajar en una cocina al lado, en el hotel Crowne Plaza Hotel JFK que no es parte de la Unión. José definitivamente no disfrutó de la misma calidad de vida al trabajar por Butler. Fue de ganar $25,99 por hora con beneficios superiores que incluían su pensión, cuidado de salud familiar, tiempo de vacaciones pago y un horario estable, a unos precarios $17,00 por hora con ningún beneficio, ni siquiera médico.
Para su sorpresa, José se dio cuenta de que estaba haciendo el mismo trabajo de su trabajo de la Unión en el Radisson pero por mucho menos dinero como un empleado no sindicalizado en Butler. José recibía pedidos con títulos como “Radisson Hotel JFK Airport” junto con un número de habitación. Una vez que terminó de preparar los pedidos, vio como otro empleado de Butler cargaba la comida en un carro y lo llevaba hacia el otro lado del estacionamiento en dirección al Radisson. Incluso vio a la chef ejecutiva del Radisson visitar la cocina de Butler. La evidencia de que Butler estaba ayudando al Radisson a eliminar un departamento de la Unión se estaba acumulando.
La Unión utilizó su maquinaria de querellas y arbitrajes y presentó un pedido de audiencia de mediación donde le advirtió al hotel que no puede usar contratistas tercerizados para reemplazar trabajo de la Unión. El hotel argumentó que el servicio de Butler era similar a que los huéspedes hicieran un pedido por GrubHub u otras plataformas similares.
Mientras los empleados del hotel continuaban compilando evidencia, el equipo legal de la Unión requirió que el hotel exhibiera contratos y recibos entre el Radisson y Butler. La Unión luego presentó un pedido de audiencia de arbitraje con el Juez Imparcial.
Después de escuchar argumentos de ambos lados y revisar toda la evidencia, el 27 de julio, el Juez Imparcial decidió que HTC tenía abrumadora evidencia que probaba que el hotel infringió, entre otras cosas, el Artículo 45(B) del IWA, el cual prohíbe la subcontratación de la unidad de negociación si afecta negativamente a los miembros. El Juez Imparcial comandó al Radisson a cesar el uso de los servicios de Butler, convocar a miembros para servicios de comida y bebida que todavía se ofrezcan en el hotel, negociar paga retroactiva para miembros que hayan sido despedidos debido a Butler y hacer que los empleados de Butler sean compensados por la diferencia entre lo que recibieron y los salarios y beneficios brindados por el IWA. Mientras que la decisión del árbitro es muy clara, la batalla no se ha acabado. A partir de la impresión de esta revista, los representantes de la Unión están batallando para hacer que el hotel cumpla con el fallo del árbitro. El hotel ha dejado de usar Butler, pero aún no ha llamado a trabajar a todos los miembros afectados o ha negociado pagos retroactivos justos.
“Es fácil pensar que no tienes que preocuparte por perder tu trabajo porque eres un buen trabajador y a tu jefe le caes bien”, dice José Fernández. “Pero la verdad es que, si no tienes una Unión, no puedes confiar en que tendrás un trabajo mañana. Escúchalo de mí, que trabajé en el Radisson por 14 años, nunca me dieron una advertencia, fui empleado del mes dos veces y empleado del año, pero si no tuviéramos a la Unión, hoy no tendría trabajo”.