Zackery Sandstrom, Metropolitan Club

Nos apena grandemente la pérdida de Zackery Sandstrom, que fue bartender en el Metropolitan Club durante más de 18 años. Conocido por muchos simplemente como “Zac”, era un padre, abuelo y esposo amoroso. Zac nació en Chadron, Nebraska, y se mudó a Nueva York en su juventud, y eventualmente llegó a ser un personaje muy querido en el Metropolitan Club donde se le consideraba el “pegamento” que mantenía unida a la gente, habiendo dejado una perdurable impresión en sus compañeros de trabajo y los miembros del Club.

Su amigo y compañero de trabajo, José Collado, mesero del club, recuerda que Zac conocía a cada uno de los miembros sin tener en cuenta de donde fueran. José comentó que “Todo el mundo lo quería en el Club. Para ser un buen bartender, uno tiene que tener buena memoria, conocer muchas historias y ser un conversador habilidoso, así es que Zac era muy bueno en su trabajo. Los miembros venían y decían ‘Yo quiero tomar un martini pero quiero que me lo haga Zach’.” 

Zac también era el mentor de muchos de los trabajadores en el Club. Deon Bubb, un compañero bartender, recuerda algunas de las lecciones que aprendió de Zac. Deon recordó que “Yo conocí a Zac cuando comencé en el Club en el verano de 2016. Inicialmente, yo pensé que él era muy estricto, pero eso era porque le daba mucha importancia a lo que hacía y le encantaba su trabajo. Zac se dio cuenta desde el principio que yo tenía talento para mezclar las bebidas, así es que me estimuló para que yo pusiera más interés y practicara mis habilidades. Su estímulo y su asesoría pulieron mi ética de trabajo. Sobre todo, él me ayudó a sentirme cómodo en el trabajo y a cultivar relaciones fructíferas con la gente, puesto que yo estaba nervioso y era introvertido cuando comencé. A mí me parecía que yo llamaba la atención en el Club, y Zac rompió el hielo y me ayudó a sentirme más a gusto. Él era sumamente equilibrado y me ayudó a evitar cometer errores. Zac era un compañero de trabajo y un amigo extraordinario, y el tipo de persona a quien yo podía confiarle mis secretos y temores. Verdaderamente voy a echarlo de menos, y espero que esté feliz ahora que está reunido con su esposo Pedro, a quién él quería. Le deseo a su familia todo lo mejor en el futuro.”

Shannon, la hija de Zac, compartió algunos recuerdos sobre su padre, que en el momento de su muerte estaba viviendo con Ashton, el hijo de ella. Esta dijo que “Yo perdí a un hombre a quien tuve el privilegio de llamarle padre, pero además mi mejor amigo. Hablábamos casi diariamente, y él siempre me hacía reír. Me quería con todo su corazón, y yo lo quería igualmente. En unos pocos días, mi padre pasó de estar trabajando a tiempo completo, tomar el tren de ida y vuelta de Queens a Manhattan, a sentirse un poco inestable, tener falta de aire y tener tos, y entonces, menos de 24 horas después de llegar al hospital, perder su vida a este virus malévolo.”

“Mi dulce hijo Ashton ha vivido con mi papá desde que la pareja de mi papá falleció en marzo. Ashton perdió su libertad, su vida diaria, y su ‘Papa’ en unos cuantos días y ahora, con un valor extraordinario, está observando la cuarentena solo en casa, esforzándose por mantenerse fuerte y saludable.”  

“Queridísimo Papa, eras muy querido por tantos, y este año me duele el corazón solo por no tenerte aquí. Espero que dondequiera que estés, estés haciendo sonreír y reír a todos los que estén a tu alrededor, puesto que eso es lo que tú mejor sabes hacer.”

A Zac lo sobreviven sus hermanos Robert y Terry, su hermana Lorna, su hijo Shane, su hija Shannon, y su nieto Ashton. Les enviamos nuestro más sentido pésame a la familia y los amigos de Zach.