El Hotel Gansevoort:Una conversación con dos de nuestros miembros más nuevos

Cuánto tiempo lleva trabajando en el Gansevoort?

DANNY: Llevo allí más de 5 años, casi 6. Soy houseman.

DORJEE: He trabajado en el Gansevoort desde 2019. Empecé como houseman y ahora me ocupo del minibar.

¿Por qué quería organizar su hotel? ¿Cómo eran las condiciones de trabajo?

DANNY: Después de la pandemia, hicieron un desastre de todo.

DORJEE: Despidieron a mucha gente durante la pandemia: no teníamos seguridad laboral. Después contrataron a mucha gente nueva, pero seguimos teniendo escasez de empleados, sobre todo de housemen.

DANNY: Se aprovechan de nosotros. Antes de la pandemia había tres housemen. Ahora, a veces, soy el único que trabaja. El domingo pasado, solo estaba yo. Había más de 100 salidas de huéspedes.

DORJEE: Nuestra jefa de limpieza... gritaba, humillaba a la gente.

DANNY: Ella nos puso tanta presión. Y nunca nos dio horas extra. Tuvimos que trabajar tan rápido. Tuvimos que hacer lo que ella decía; teníamos miedo de que íbamos a perder nuestros puestos de trabajo. Ella me llamaba cuando yo estaba en el almuerzo para ir a tomar una llamada de los huéspedes. Todo el tiempo.

DORJEE: Desde que empecé a ocuparme del minibar, he tenido un pequeño problema con mis rodillas y mis dedos de los pies. Tengo una vieja lesión en la pierna, pero trabajé en casi diez hoteles diferentes antes del Gansevoort. Nunca me había molestado. Pero aquí era un infierno. Nuestro gerente nos empujó a trabajar como animales. Por ejemplo, yo estoy en el tercer piso y mi jefe me llama para que vaya enseguida al octavo. Si no puedo ir enseguida, porque el ascensor no llega enseguida, me sigue llamando y me estresa. Entonces tengo que subir las escaleras, cargando al hombro pesadas cosas del minibar.

DANNY: Ella les ocasionó terror a los asistentes de habitación también. Hay dos que están fuera bajo la compensación de los trabajadores en estos momentos. Nuestro gerente los agobiaba en todo momento y, con esa presión, se lastimaron. Una se atascó el dedo en la puerta, la otra se golpeó la cabeza.

DORJEE: Nunca compró nuevos equipos. Mi carrito del minibar estaba roto. No había aspiradoras en buen estado. Teníamos que pelearnos por ellas. Y cuando no podíamos hacer un buen aspirado en la habitación, ella nos disciplinaba. Para los encargados de habitaciones, ella iba al día siguiente y le daba a alguien 13 salidas de huéspedes seguidas. Les gritaba en la reunión de grupo, los hacía sentir incómodos.

DANNY: Obviamente, era muy duro físicamente trabajar bajo esa presión, pero lo peor era el estrés mental. Cuando volvía a casa, si tenía que trabajar al día siguiente, no estaba contento. Siempre hay algo por lo que estar triste, ya sabes.

DORJEE: Cuando venimos a trabajar por la mañana, nos sentimos como ¿qué va a hacer con nosotros hoy? Nunca nos sentimos seguros ni tranquilos al venir a trabajar.

DANNY: Si se enteraba de que hablábamos en tibetano nos gritaba, 'no hablen su idioma. Hablen inglés.'

DANNY: Uno de nuestros compañeros de trabajo, David, trabajó en el Gansevoort durante mucho tiempo, años y años. Nos dijo que envejeció mucho trabajando allí. Él nos decía, 'ustedes son jóvenes, deben buscar otro trabajo. Lo que me pasó a mí les pasará a ustedes.'

DORJEE: Antes de que empezáramos a organizarnos mi mente estaba en buscar otro trabajo. Entonces nos reunimos con la Unión. Teníamos organizadores experimentados que nos decían que la Unión puede cambiar las cosas. Nos enseñaron más de lo que esperábamos. Entonces empecé a sentir como, oh, hay una manera. Podemos cambiar las cosas desde abajo.

¿Cómo empezaron a organizarse con nuestra Unión?

DORJEE: Conocí a alguien en el Marriot Marquis que me envió a reunirme con un organizador de la Unión. Al principio, no me sentía seguro hablando con mis amigos del trabajo. Éramos amigos, pero no nos teníamos confianza. Me reuní con el organizador y, más tarde, me hizo hablar con algunos amigos. Lo hice, compartimos nuestros sentimientos y decidimos hacerlo. En unos diez minutos estábamos juntos y habíamos empezado a planearlo. Hablamos casi siempre por teléfono al principio. Luego nos reunimos en Jackson Heights, cinco de nosotros. Tuvimos una reunión para tomar el té.

DANNY: Me enteré de la Unión por mis primos, que trabajan en un hotel de la Unión. Y Dorjee ya había estado yendo. Me lo dijo y enseguida me afilié. Si no, habría tenido que dejar el Gansevoort.

DORJEE: En mayo de 2022, empezamos a acudir a la Unión una vez a la semana, a veces más. Nos explicaron detalladamente sobre el contrato con la Unión y lo compararon con las compañías sin representación de la Unión. Yo ya conocía un poco el contrato por un amigo que trabajaba en un hotel con representación de la Unión, pero aprendí mucho de la comparación: los salarios, los derechos, cómo los trabajadores representados por la Unión tienen seguridad laboral.

DANNY: Lo que más me llamó la atención del contrato fue la seguridad laboral. Obviamente voy a seguir trabajando, pero no tengo estudios universitarios, así que sé que este será mi ámbito de trabajo. Estoy muy contento de saber que, con la Unión, mi trabajo está asegurado. No pueden despedirme a menos que haya una razón sólida.

Me sentí muy emocionado en las primeras reuniones. Sentí que no importaba si el Gansevoort obtenía representación de la Unión o no, al menos había una posibilidad, alguna actividad. Me ayudó mucho en el día a día, saber que nos estábamos organizando.

Que con el tiempo nos llevaría a la representación de la Unión. Tuve más paciencia para tratar con nuestro gerente. Lo que ella decía, yo lo seguía, tal como los organizadores nos dijeron que hiciéramos.

DORJEE: Yo era una de las personas que iba a hablar con la gente y la traía a la Unión, así que cada día me pasaba mi descanso de 45 minutos hablando con la gente. Algunos tenían preguntas sobre la Unión. Yo escuchaba, intentaba averiguar cuál era el problema, qué partes de la Unión no entendían, y les daba información al respecto.

Durante el año siguiente, más y más trabajadores se unieron a la campaña de organización en el Gansevoort. Nuestra Unión contaba con suficientes simpatizantes para presentar una solicitud de elecciones de la NLRB el 4 de enero de 2024.

DORJEE: Cuando volví al trabajo después de que se enviara la petición, mis jefes intentaban actuar con normalidad. Pero cuando vi sus caras, no eran normales. Estaban muy conmocionados. Al principio sentí un poco de miedo, pero después pensé: ¿Por qué debo tener miedo? Estoy en mi derecho.

En las semanas posteriores al envío de la petición, el propietario del hotel organizó un lujoso desayuno para los trabajadores en la azotea del hotel. La gerencia sustituyó por fin el equipo averiado. Y la encargada de la limpieza abandonó el hotel; los trabajadores suponen que fue despedida.

DANNY: Un gerente de contabilidad me llamó. Nunca había sido amable. Cuando le daba los buenos días, no le importaba, no contestaba. Pero después de que empezara la campaña contra la Unión, me llamó y me dijo algo como, 'oh, somos como una familia, sé que eres un empleado muy bueno, muy simpático... pero lo siento, he olvidado tu nombre.' (Risas). Entonces empezó a hablar mal sobre la Unión, dijo, 'si apoyas a la Unión, entonces no vamos a ser una familia como antes.' Todos decían lo mismo, todos los gerentes.

Eran más amables que mi familia. (Risas). En serio. Durante dos minutos estuve confundido. Así es como trataron de manipularnos.

DANNY: Recuerdo que los gerentes nos decían cosas como 'la Unión es un tercer partido', 'es un negocio', 'muchos hoteles con representación de la Unión cerraron durante la pandemia', y 'el Gansevoort podría tener que cerrar si viene la Unión'. Pero los organizadores de la Unión habían explicado todas las mentiras que diría la gerencia. Estaba 100% seguro de que todo lo que dijera la gerencia eran mentiras. Ya lo había dejado claro en mi mente. Todo el mundo pensaba lo mismo. No le dimos importancia a lo que decían.

¿Cómo se sintió el día de las elecciones?

DANNY: La noche anterior estaba tan emocionado que no dormí. Pero también estaba asustado. Yo era el observador de la Unión, así que todo el mundo iba a saber que era simpatizante de la Unión, después de tanto tiempo en secreto.

DORJEE: Sabía que íbamos a ganar.

41 de los 43 empleados del servicio de limpieza votaron a favor de la Unión, asegurándose así la representación oficial del Hotel and Gaming Trades Council.

DANNY: En ese momento yo estaba tan feliz. Cuando estábamos revisando las boletas, yo estaba enfrente de Anton, el gerente general. Al principio, me miraba fijamente, como mostrando que estaba enfadado. Pero entonces, como estábamos recibiendo tantos votos afirmativos, empecé a devolverle la mirada, y ahora él evitaba mi mirada. La dinámica de poder cambió.

DORJEE: Estoy muy contento. Los dos últimos años lo pasamos mal. Estaba muy estresado. Hemos pasado por todo tipo de situaciones. Así que ganar las elecciones fue como... si hubiera hecho algo en mi vida.

¿Cómo han cambiado las cosas en el trabajo ahora que tienen representación de la Unión?

DANNY: Uno de mis compañeros de trabajo, que estaba tan asustado de nuestro antiguo gerente, su cara ha cambiado por completo ahora. Su aspecto es mejor, ha ganado peso. Después de las elecciones le pregunté, ¿cómo te sientes? Me dijo, 'me siento como si me hubieran sacado una espina del cuerpo.'

Para mí, lo principal es saber que alguien nos respalda. La Unión va a estar ahí para protegernos cuando pase algo. Y entre mis compañeros de trabajo, el 100% ha cambiado completamente con respecto a antes. Antes solo teníamos pequeñas charlas, ahora hablamos, estamos muy unidos. Porque teníamos que estar muy unidos para conseguir la Unión.

DORJEE: Nos demostró el poder del trabajo en equipo. Y ahora, nadie nos grita. Pero la escasez de empleados sigue igual. Ya sabe, no es el final, es el comienzo del próximo proyecto. Conseguir el contrato.