Feliz retiro a nuestros jubilados
ALEKSANDRA NOSEL, REPRESENTANTE DE HEAT
Después de más de dos décadas de servir a su Unión apasionadamente, la Representante de HEAT Aleksandra Nosel se jubiló de HTC a fines de mayo.
Aleksandra nació y creció en Gdansk, Polonia y desarrolló un entendimiento de la importancia de la solidaridad desde pequeña. Ella luchó en un movimiento por los derechos de los trabajadores en un clima político autoritario que no permitía la organización sindical, incluso después de que su hermano fuera puesto en la cárcel por tal activismo durante un período de ley marcial. “Llevo la lucha en mi sangre”, dice ella. “No tenía miedo. Si estás 100% seguro de que lo que estás haciendo es lo que debes hacer, no tienes miedo.”
A finales de los años ’90, Aleksandra se mudó a Estados Unidos para estar con su familia y poco después empezó a trabajar en una tienda de helados Baskin-Robbins. Ella trabajaba 84 horas por semana por $6,50/hora sin beneficios, al mismo tiempo que cuidaba a su madre enferma y ayudaba a la niñera del vecino. Pero Aleksandra cree que lo que uno da, uno recibe y lo que recibió fue el dato por parte de la niñera del vecino de un trabajo de limpieza en el Affinia Manhattan. “Cuando empecé a trabajar en el hotel, mi vida cambió completamente gracias a la Unión”, dice Aleksandra. Se convirtió en clase media de un día para el otro y se sintió motivada a devolver a la Unión a través de trabajo voluntario y de organizar a sus compañeros. Aleksandra le da crédito a la Agente de Negocios Dorota Lesniak por enseñarle cómo funcionan las cosas en HTC y permitirle convertirse en una feroz delegada rápidamente.
En 2014, Aleksandra se sumó al personal para hablarles a los miembros antes de la votación para aumentar las cuotas de membresía y para movilizar a más miembros a ser voluntarios. Nunca se fue. Como Representante de HEAT, a Aleksandra se la conocía por su casi omnipresencia en los talleres. Sus miembros se pusieron tristes al verla irse, lo cual fue evidente por todas las tarjetas de despedida que recibió en su última semana. En la oficina de la Unión, los compañeros de Aleksandra la extrañan mucho, además de su distribución diaria caramelos de leche — o “gasolina polaca”, como ella los llama.
Ella está entusiasmada de viajar por el mundo, visitar amigos y continuar apoyando a la Unión en eventos
