En la boleta electoral: la supervivencia del movimiento obrero estadounidense

28 de octubre de 2020 4:00 PM

Muchos estadounidenses entienden que un voto por el Presidente es, en efecto, un voto sobre el futuro de la Corte Suprema de los Estados Unidos, cuyas decisiones afectarán nuestras libertades y derechos civiles en los años venideros. Pero los jueces de la Corte Suprema no son los únicos nombramientos presidenciales que tienen un poder significativo sobre la vida del pueblo estadounidense. Un grupo de personas menos conocidas nombradas por el Presidente que están efectivamente “en la boleta electoral” en cada elección son las de la Junta Nacional de Relaciones Laborales (“NLRB”, por sus siglas en inglés). Estas personas nombradas son responsables de proteger los derechos de los trabajadores estadounidenses a organizarse, afiliarse a una Unión y negociar colectivamente sus salarios, beneficios y condiciones laborales.

Durante su primer mandato, Donald Trump rellenó la NLRB de antiguos represores de las Uniones que se han pasado la vida ayudando a los patronos a evitar brutalmente los intentos de sus trabajadores de afiliarse a la Unión. Mientras que los Presidentes Republicanos anteriores intentaron inclinar la balanza para favorecer a los patronos y reducir gradualmente la efectividad de la NLRB, los designados por Trump han despojado agresivamente a los trabajadores de sus derechos ya limitados y les han dado a los patronos carta blanca para abusar de su poder.

Mientras los trabajadores emiten sus votos en estas elecciones, ellos votarán sobre la propia supervivencia del movimiento obrero estadounidense.

¿Qué cosa es la Ley Nacional de Relaciones Laborales?

De los archivos: Los trabajadores hoteleros se organizan para constituir el Hotel Trades Council durante la década de 1930. Antes de que se aprobara la NLRA, organizar una Unión era peligroso y, a veces, incluso mortal.

Durante siglos, el estadounidense promedio trabajó en condiciones peligrosas, vivió en una miserable pobreza y era totalmente impotente. Organizarse para afiliarse a una Unión y cambiar estas condiciones miserables era una amenaza para las ganancias del patrono y el monopolio total del poder. Como era de esperarse, como tal, era muy peligroso y, a veces, incluso mortal.

En 1935, el Congreso promulgó la Ley Nacional de Relaciones Laborales (“NLRA”, por sus siglas en inglés), una ley federal que les otorgó a los trabajadores del sector privado (tales como los trabajadores de la industria hotelera y la industria del juego) el derecho legal de organizar una Unión, negociar colectivamente y hacer huelgas. La ley declara ilegal que los patrones despidan, amenacen, intimiden o tomen represalias contra los trabajadores que organizan una Unión.

La NLRA también creó una agencia federal, la NLRB, para hacer cumplir la ley y proteger los nuevos derechos de los trabajadores estadounidenses. Al Presidente se le otorgó el poder de nombrar a los cinco miembros de la junta y al Asesor Jurídico de la NLRB. Los miembros de la junta, que tienen una función similar a la de un juez, se pronuncian sobre las acusaciones presentadas ante ellos por las Uniones, los trabajadores y los patronos. El Asesor Jurídico funciona de manera similar a un fiscal de distrito, y decide qué casos se presentan ante los cinco miembros de la junta y dirige los cambios a la legislación laboral.

Trump rellena la NLRB de represores de las Uniones

Como Presidente, Donald Trump ha rellenado el NLRB de antiguos represores de las Uniones que han pasado su vida ayudando a los patronos a evitar brutalmente los intentos de sus trabajadores a afiliarse a la Unión.

Durante su primer mandato, Donald Trump nombró a la NLRB a tres miembros de la junta radicalmente opuestos a las Uniones. Como su Presidente, nombró a John Ring, quien era el codirector de Asuntos Laborales en Morgan, Lewis, & Bockius, un bufete de abogados infame opuesto a las Uniones que ayudó a McDonald's a oponerse a la lucha por un salario mínimo de $15. Trump también nombró a William Emanuel, antiguo socio de Littler Mendelson, un bufete de abogados especializado en la represión de las Uniones, así como a Marvin Kaplan, ex miembro del personal del Congreso Republicano.

Lo más dañino fue el nombramiento por parte de Trump de un nuevo Asesor Jurídico ultraconservador, Peter Robb. Este comenzó a trabajar con el Presidente Ronald Reagan durante la huelga de PATCO de 1981. Aconsejó a Reagan sobre cómo despedir a casi 12,000 controladores de tráfico aéreo en huelga y romper la huelga, lo que marcó el comienzo de una era sin precedentes de represión de las Uniones. La administración de Reagan envió un mensaje a los patronos estadounidenses de que era posible luchar contra el movimiento obrero organizado y, en 1985, la industria hotelera de la ciudad de Nueva York probó su suerte contra nuestra Unión, tratando de obligarnos a aceptar una larga lista de concesiones en las negociaciones contractuales, que finalmente dio lugar a una huelga en toda la industria.

4 años de aplastantes ataques a las Uniones

Durante la crisis del coronavirus, la Junta Laboral de Trump permitió el despido de trabajadores de un asilo de ancianos cuando estos se quejaron de que su patrono les exigió compartir el equipo de protección personal.

La mayoría nombrada por Trump ha destruido rápidamente las protecciones para los trabajadores y ha hecho que sea exponencialmente más difícil para los trabajadores organizar una Unión. Lo que describimos a continuación es una pequeña muestra de las decisiones contra las Uniones y los trabajadores emitidas durante la administración de Trump:

Los nombrados por Trump les brindan a los patronos herramientas para retrasar las elecciones de la Unión

Bajo la administración de Obama, la NLRB intentó deshacer parte del daño Republicano anterior a la NLRA y retrocedió poco a poco hacia el verdadero significado de la ley: facilitar elecciones imparciales y rápidas cuando los trabajadores solicitaban ser representados por una Unión.

Durante muchos años antes, los patronos les pagaban a abogados represores de las Uniones para que emplearan innumerables trucos legales para retrasar una elección de la Unión. Al presentar acusaciones falsas, los patronos a menudo podían retrasar las elecciones durante años, lo que les permitía hacer campaña brutalmente y erosionar el apoyo a la Unión al celebrar reuniones obligatorias para mentir sobre la Unión, interrogar a los trabajadores sobre la campaña de organización y despedir ilegalmente a los conocidos partidarios de la Unión (con poca repercusión). Para conseguir la afiliación a la Unión, los trabajadores tenían que ser casi superhéroes, capaces de soportar meses de intimidación, confusión y presión para que se rindieran. Sin mencionar que necesitaban mantenerse motivados el uno al otro después de cada frívolo revés legal y cada incidente aterrador.

La NLRB de Obama emitió una nueva regla que eliminó muchos de los trucos que los patronos usaban para retrasar las elecciones de la Unión, haciendo posible que los trabajadores soliciten y voten en una elección de la Unión en solo unas pocas semanas. Como resultado de la regla, nuestra Unión pudo organizar más de una docena de hoteles no representados por la Unión y 1,000 trabajadores con elecciones “rápidas”.

En diciembre de 2019, la Junta Laboral de Trump revocó la regla y borró efectivamente el progreso logrado bajo la administración de Obama. Una vez más, los patronos tienen más tiempo para intimidar, coaccionar y despedir ilegalmente a los partidarios de la Unión antes de las elecciones.

La NLRB de Trump suspende las elecciones de la Unión al comienzo de la pandemia

En marzo de 2020, la NLRB utilizó la pandemia del Coronavirus como excusa para suspender unilateralmente todas las elecciones de la Unión, a pesar de que la NLRB podría haber celebrado las elecciones por correo (y a menudo lo hace). Como resultado, las elecciones se retrasaron para miles de trabajadores quienes solicitaron representación de la Unión para abordar, entre otros temas, la necesidad de seguro médico a costo asequible, licencia por enfermedad con goce de sueldo y un centro de trabajo seguro y saludable durante la pandemia. Mientras tanto, las despiadadas campañas contra las Uniones continuaron indefinidamente. Semanas más tarde, después de una protesta nacional, la NLRB finalmente permitió que continuaran las elecciones de la Unión.

Se permite a los patronos negarse a negociar licencias por enfermedad, paga por condiciones peligrosas y despidos

En agosto de 2020, cinco meses después de comenzar la pandemia y con más de 160,000 vidas estadounidenses perdidas a causa del COVID-19, la NLRB de Trump emitió un incomprensible memorando de advertencia en el que indicaba que los patronos pueden negarse a negociar con las Uniones sobre la licencia por enfermedad con goce de sueldo, la paga por condiciones peligrosas, los cierres temporales o los despidos debido a COVID hasta que haya vencido el contrato con la Unión. Justo cuando muchos trabajadores estadounidenses estaban comenzando a volver a trabajar, la NLRB de Trump socavó su derecho a negociar por un regreso seguro. Mientras tanto, el Senado controlado por los Republicanos está intentando aprobar protecciones que protegerían a las empresas de la responsabilidad si los trabajadores contraen COVID-19 en el trabajo.

La NLRB de Trump defiende el despido de los trabajadores por plantear inquietudes de seguridad durante COVID-19

En otro especialmente insensible memorando de advertencia, la Junta ordenó que se desestimara la acusación hecha por los trabajadores de un asilo de ancianos que fueron despedidos después de quejarse cuando su patrono les exigió que compartieran el equipo de protección personal. Durante la peor crisis de salud pública en un siglo, la Junta de Trump le negó la protección a un empleado individual bajo la NLRA cuando este se pronunció en contra de las políticas de seguridad de un patrono (o la falta de ellas) durante COVID-19, y permitió que fueran despedidos legalmente.

Estos lineamientos no son solo una prueba más de la total indiferencia de la Administración actual hacia los trabajadores, sino que también es un cambio a décadas de precedentes legales. Anteriormente, si un trabajador planteaba una inquietud que claramente representaba a la fuerza laboral colectiva, se consideraba una “actividad concertada” y estaba protegida por la ley.

La NLRB de Trump les niega a los trabajadores por proyecto (conocidos como trabajadores "gig") el derecho a organizarse

Los patronos se están volviendo cada vez más sofisticados a la hora de extraerles utilidades a sus empleados al tiempo que evitan toda responsabilidad legal o moral para con ellos. Muchas empresas, incluidas docenas de hoteles no representados por la Unión en Nueva York y Nueva Jersey, optan por contratar "contratistas independientes" y agencias de subcontratación para poner distancia entre ellos y los trabajadores que hacen funcionar sus negocios.

En mayo de 2019, la Junta dio luz verde a los patronos para continuar explotando estas vías cuando emitió un memorando en el que advertía que los choferes de Uber no están protegidos por la ley laboral federal, incluida la NLRA. Estos lineamientos significan que no pueden organizar una Unión y los despoja de protección legal si son víctimas de represalias o son despedidos por protestar para conseguir condiciones laborales más seguras. Los lineamientos del memorando de advertencia incluyen a otros trabajadores en la creciente economía de “proyectos”, muchos de los cuales dependen de su trabajo de “proyectos” como una segunda o tercera fuente de ingresos puesto que un solo trabajo no es suficiente.

Las personas nombradas por Trump restringen la libertad de expresión de los trabajadores

Durante una campaña de organización de la Unión, los patronos tienen una gran ventaja: acceso ilimitado a los trabajadores y la capacidad de obligar a los empleados a asistir a reuniones contra la Unión en su tiempo con goce de sueldo. Los organizadores de la Unión, por otro lado, tradicionalmente no tienen acceso al centro de trabajo y dependen de los empleados para hablar entre ellos y generar apoyo para la Unión. La regla de larga data de la NLRB ha sido que, si un trabajador puede discutir sobre los Yankees en su tiempo de trabajo (o cualquier otro tema no relacionado con el trabajo), ese trabajador tiene el derecho legalmente protegido de discutir la afiliación a una Unión. Durante su mandato, la NLRB de Trump ha emitido una decisión tras otra que restringe los derechos de los trabajadores a discutir la organización de una Unión en el trabajo y cambia el equilibrio de poder, que ya está muy sesgado a favor de los patronos, aún más en su dirección.

En diciembre de 2019, la Junta de Trump dictaminó que los patronos pueden prohibirles a los trabajadores discutir las investigaciones en curso en el centro de trabajo sobre comportamientos no éticos o ilegales, tales como el acoso sexual.

En mayo de 2020, ellos emitieron una decisión que amplió el derecho de los patronos a utilizar políticas de "no solicitud" para disciplinar a los trabajadores que están organizando una Unión. La Junta amplió la definición de "solicitud" para incluir conversaciones en las que un empleado anima a otro a apoyar a la Unión durante horas de trabajo.

Si bien décadas de precedentes permitieron que todos los empleados fuera de sus horas de trabajo se organizaran en áreas no laborales como las salas de descanso, en un obvio intento de reprimir la organización, la NLRB de Trump dictaminó en agosto de 2019 que los trabajadores no tienen este derecho si su patrono no es dueño de la propiedad donde ellos trabajan (por ejemplo, si los trabajadores son subcontratados) y si no trabajan exclusivamente en esa propiedad.

La gerencia obtiene el derecho a escuchar grabaciones de actividades ilegales presentadas como pruebas por la Unión a la NLRB

En Nueva York, los trabajadores tienen el derecho legal de hacer una grabación de su patrono sin su permiso. Estas grabaciones son pruebas críticas durante una campaña de organización, donde los patronos violan la ley constantemente y con casi total impunidad. Las grabaciones proporcionan pruebas de la actividad ilegal de los patronos y eliminan toda duda sobre las acciones del patrono.

En una completa reversión de la práctica anterior, el Asesor Jurídico de Trump, Peter Robb, emitió recientemente lineamientos de que el patrono tendrá derecho a escuchar toda grabación que se presente como prueba de su actividad ilegal. Por lo tanto, el patrono sabrá los nombres de los empleados que enviaron las grabaciones (que anteriormente era confidencial) y, según las reglas del manual del patrono, muchos patronos tendrán un vacío legal para poder despedir a los trabajadores que tuvieron el valor de testificar y presentar las pruebas.

Peter Robb socava los acuerdos de neutralidad

Durante una campaña de organización de la Unión, el mayor obstáculo que tenemos que superar es el miedo. La mayoría de los trabajadores de la industria hotelera y la industria del juego no afiliados a la Unión quieren afiliarse a nuestra Unión y obtener los beneficios y las protecciones de nuestros contratos, pero el temor a represalias, acoso y posiblemente a perder su trabajo hace que muchos trabajadores no afiliados a la Unión eviten hablar con nuestros organizadores y emitan su voto en contra de la Unión.

Siempre que sea posible, nuestra Unión negocia acuerdos con los patronos que les exigen permanecer neutrales durante una campaña de organización. Como parte del acuerdo, los hoteles y casinos tradicionalmente tenían que darle a nuestros organizadores acceso para hablar con sus empleados sobre la Unión en la sala de descanso, proporcionarnos una lista de los empleados y su información de contacto, y acordar reconocer a la Unión como el representante legal de los trabajadores si una simple mayoría firma tarjetas de autorización de la Unión.

Los resultados son abrumadores. Cuando el miedo se elimina de la ecuación, a menudo el 90% de los empleados vota para afiliarse a nuestra Unión en un solo día. En la última década, miles de miembros se han afiliado a nuestra Unión de manera rápida, fácil y segura porque eliminamos el derecho de sus patronos a aterrorizarlos, decirles mentiras e intimidarlos.

A principios de septiembre, Peter Robb publicó un memorando en el que atacaba estos acuerdos e instruía a las oficinas regionales de la NLRB a declarar ilegales partes comunes de los acuerdos de neutralidad de verificación de tarjetas. Robb declaró que prácticas tales como permitir que los organizadores de la Unión accedan a las cafeterías de los empleados, proporcionarle a la Unión la información de contacto de los empleados y notificar a los trabajadores sobre el acuerdo de neutralidad brindan demasiada ayuda a las Uniones y el patrono debería considerarlas como "asistencia ilegal". Las directrices de Robb harán que sea más difícil para decenas de miles de trabajadores de hoteles no afiliados a la Unión en nuestra ciudad afiliarse a nuestra Unión en los próximos años y sin duda harán que nuestros esfuerzos para organizar la industria sin representación de la Unión sean más lentos, más difíciles y exijan más recursos.

Rich Maroko, el Presidente de HTC, dijo que “Ahora, el patrono solo puede hablar en contra de la Unión. Cualquier otra cosa, incluida la neutralidad, se considera asistencia ilegal según la administración de Trump. El memorando de Robb socava completamente la intención de la ley y es un movimiento corrupto más de la administración de Trump para beneficiar a los ricos y poderosos de nuestro país”.

Vote en contra de Donald Trump el 3 de noviembre

Francisco Tavarez, miembro de HTC en el Radisson JFK, y su hijo Darell hacen uso de la votación anticipada en las elecciones generales.

Donald Trump ha transformado descaradamente la rama del gobierno federal que se supone debe proteger a los trabajadores estadounidenses en un arma contra ellos. Sin tener que preocuparse por la reelección, un segundo mandato de Donald Trump sería aún peor para los trabajadores. No hace falta mucha imaginación para imaginar cómo nuestro país podría retroceder rápidamente a las inseguras condiciones laborales de principios del siglo 20, que llevaron a tragedias tales como el incendio de la fábrica Triangle, y cómo nuestra clase media podría desaparecer prácticamente.

Cuando emita su voto en las próximas elecciones, está votando para permitir o no que estos ataques a las Uniones, incluida la nuestra, continúen y se intensifiquen.

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