Decisión de árbitro confirmada por la corte federal
En una reciente victoria de nuestra Unión, la Corte de Distritos de EE.UU. del Distrito Sur de Nueva York ratificó la decisión de un árbitro que confirma la fortaleza del lenguaje de contrato de nuestra Unión.
Los dueños del Wagner Hotel, una compañía llamada Urban Commons, presentó una moción para anular la decisión de un árbitro que determinó que habían infringido el Acuerdo Para Toda la Industria (IWA por sus siglas en inglés). Cuando Urban Commons compró el Wagner en 2018, acordaron estar sujetos al IWA. Una de las disposiciones del IWA requiere que cualquier cambio de dueños o control incluya que los nuevos dueños estén sujetos al contrato, lo cual quiere decir que los dueños pueden cambiar, pero el contrato debe permanecer.
Urban Commons recibió una hipoteca, lo cual le dio al banco un derecho de retención de la propiedad y le permitía al banco tomar el hotel en caso de que el dueño entrara en default, esencialmente creando una potencial transferencia de control. Sin embargo, Urban Commons nunca ejecutó un acuerdo con su prestador que los atara al IWA. Nuestra Unión los llevó a arbitraje por esta infracción al contrato. El árbitro decidió a favor de la Unión y determinó que los acuerdos de hipotecas estaban cubiertos por el amplio leguaje de sucesión y asignaciones del IWA.
Normalmente, cuando una decisión de árbitro es emitida, las partes cumplen y se retiran. Pero en este caso, Urban Commons decidió intentar disputar la decisión en la corte, prácticamente pidiéndole a la corte que deshaga la decisión del árbitro. Liderándolos en este desatinado y legalmente dudoso esfuerzo estaba Paul Rosenberg, un conocido abogado anti-Unión con Baker Hostetler, cuya marca ha sido sacarles dinero a dueños y gerentes de hoteles pretendiendo que tiene posibilidades de ganar casos legales absurdos.
Es bien sabido en el mundo legal que muy raramente una corte va en contra de una decisión de un árbitro, por lo cual sin un argumento realmente sólido es muy poco probable que el intento sea exitoso. Rosenberg sin dudas sabe esto como abogado con experiencia, pero aún así intentó proceder con un caso jocosamente débil, gastando recursos de su cliente y tiempo de la corte.
Todos los argumentos de Rosenberg para ir en contra de la decisión del árbitro fueron rechazados por la corte. Rosenberg argumentó que la decisión del árbitro infringía el Acta de Arbitraje Federal (FAA), sin embargo, la FAA no aplica a arbitrajes conducidos por uniones bajo el Acta de Gerencia de Relaciones Laborales. Uno pensaría que un abogado con la experiencia de Rosenberg sabría cuáles leyes son aplicables a los casos que está argumentando. Luego, trató de argumentar que la decisión del árbitro de alguna forma infringe las políticas públicas, lo cual la corte vio como sin mérito.
Sin ningún argumento razonable presentado por Rosenberg, la corte negó a Urban Commons la moción de ir en contra de la decisión del árbitro, en una victoria para la Unión. Si bien Rosenberg puede haber gastado el tiempo y dinero de su cliente, su fallo cementó el impacto de nuestro lenguaje de contrato sobre sucesión y asignaciones.