Un Informe de Rich Maroko, el Presidente de HTC
Durante varios meses, el gobernador de Texas, Greg Abbott, ha estado enviando miles de migrantes en autobús a Nueva York, Washington D.C. y Chicago. La llegada rápida y descoordinada de tantas personas ha provocado el caos en las terminales de autobuses, ha puesto a prueba los servicios públicos y ha añadido estrés a los que llegan a nuestro país ya asustados, agotados y con una necesidad apremiante de ayuda.
Para Texas, estos inmigrantes son puntales de una agenda política: una herramienta para reunir a los votantes conservadores de Texas de cara a las elecciones de noviembre y una forma de castigar a las ciudades y alcaldes liberales que han criticado las duras políticas de inmigración de Abbott y su partido.
Sin embargo, en Nueva York entendemos que estos migrantes son personas reales que huyen de la terrible violencia, la pobreza extrema, el hambre y la persecución política, y necesitan que se les atienda. A diferencia del Gobernador de Texas, no hemos olvidado los valores de nuestra nación de cuidar a los cansados, a los pobres y a las "masas apiñadas que anhelan respirar libremente".
LOS SERES HUMANOS DETRÁS DE LA HISTORIA
Muchos de los migrantes que llegan en autobús a Nueva York huyen de Venezuela. Su país se enfrenta actualmente a una crisis humanitaria. La economía está en estado crítico y muchos venezolanos no pueden acceder al cuidado médico ni conseguir alimentos para sus hijos. Además, se ha producido una brutal represión de los opositores políticos, se han denunciado abusos policiales, torturas y asesinatos a manos de las autoridades, y se han producido miles de detenciones arbitrarias. Como resultado, más de 6 millones de personas, que se calcula que es uno de cada cinco venezolanos, han huido desde 2015.
Escapar a Estados Unidos es extremadamente difícil. Durante el viaje, muchos venezolanos han sido robados, violados e incluso asesinados. Zulay Chirinos, de Venezuela, contó al diario New York Times sobre una amiga embarazada que recientemente dejó Venezuela para hacer el peligroso viaje hacia el norte "Me preguntan: ¿Por qué arriesgarse? Ella se arriesgó porque es una decisión entre morir en el camino o morir aquí".
Otro venezolano, Ardenis Nazareth, dijo al Times que había intentado durante casi un año y medio encontrar trabajo suficiente en los países cercanos, Chile y Perú, antes de decidirse a venir a Estados Unidos. En una declaración con la que cualquier padre puede identificarse, dijo al Times: "Decidí que haría cualquier cosa con tal de poder mantener a mis hijas".
Una vez en la frontera de Estados Unidos, estos migrantes tienen el derecho legal de solicitar asilo y permanecer en Estados Unidos mientras esperan que se apruebe su solicitud.
UN TRUCO POLÍTICO CRUEL E INHUMANO
El gobernador de Texas apuntó a Nueva York porque cree que nosotros, que somos una ciudad de millones de inmigrantes, no entendemos las dificultades que conlleva la inmigración. Afirmó que antes de enviar a los inmigrantes en autobús, "solo Texas y Arizona soportaban las consecuencias de todo el caos y todos los problemas". Pero está claro que lo que Abbott está haciendo realmente es explotar el sufrimiento, el miedo y la desesperación de gente de verdad para su propio beneficio político. Al abandonar a miles de migrantes y crear el caos en las terminales de autobuses de Nueva York y otras ciudades santuario, el ambicioso gobernador de Texas está apareciendo en los titulares nacionales y movilizando a los votantes de Texas antes de sus elecciones de noviembre.
Si había alguna duda de que las acciones de Abbott son un cruel truco publicitario, en lugar de un verdadero intento de hacerle frente a un sistema de inmigración que no funciona, no hay que buscar más allá del 15 de septiembre, cuando Abbott envió en autobús a casi 100 migrantes a la residencia de la vicepresidente Kamala Harris en Washington D.C. Aunque su oficina aparentemente tuvo tiempo de alertar a los medios de comunicación, ya que los reporteros de la estación Fox estaban en el lugar para filmar las llegadas, no notificaron al gobierno local ni a las organizaciones sin fines de lucro que podían ayudar a los que llegaban.
LA CIUDAD DE NUEVA YORK NO VUELVE A JUGAR A LA POLÍTICA
Cuando los primeros autobuses de Abbott llegaron a la terminal de la Autoridad Portuaria desde Texas a principios de agosto, con el verdadero espíritu neoyorquino, los funcionarios electos, los trabajadores de la ciudad, las organizaciones locales sin fines de lucro y los voluntarios se apresuraron a recibir a los inmigrantes, se apresuraron a proporcionarles alimentos, ropa, artículos de aseo y atención médica, y colaboraron para ampliar rápidamente los recursos para ellos.
Pocos de los más de 11,000 solicitantes de asilo que se encuentran ahora en la ciudad de Nueva York tienen familia aquí y, en consecuencia, 8,500 dependen de la ciudad para alojarse. Para hacer frente a esta grave necesidad, la ciudad ha abierto 23 nuevos refugios de emergencia en hoteles y está estudiando opciones para alojar a los inmigrantes en más hoteles, construir refugios temporales e incluso utilizar barcos de cruceros. Los encargados de la dirección de la Unión están en conversaciones con el Ayuntamiento para albergar a los migrantes en nuestros hoteles siempre que sea posible, tanto porque es un espacio seguro para ellos como porque crea puestos de trabajo para nuestros miembros.
La ciudad de Nueva York también abrió rápidamente un nuevo "Centro de Navegación para Solicitantes de Asilo" en la Hell’s Kitchen en septiembre, donde los inmigrantes pueden acceder a servicios para inscribir a sus hijos en la escuela pública, contratar un seguro médico, recibir asesoramiento de salud mental, ponerse en contacto con abogados y encontrar un lugar donde alojarse.
La respuesta de acogida de la ciudad de Nueva York debería hacernos sentir orgullosos de ser neoyorquinos. Pero, a pesar de los esfuerzos de nuestro gobierno, se necesita mucha más ayuda. El gran número de solicitantes de asilo que llegan desde Texas está desbordando nuestros servicios sociales, y personas de verdad, muchos de ellos niños, están sufriendo por ello.
NUESTRA UNIÓN REDOBLA SUS ESFUERZOS
Muchos de los miembros de nuestra Unión son inmigrantes de primera o segunda generación que, al igual que los que llegan ahora, han huido de la pobreza, la violencia y la persecución política. Muchos de ustedes entienden lo que es dejar atrás a su familia, su comunidad y su carrera para empezar de cero en la ciudad de Nueva York. Ustedes conocen de primera mano el estrés que supone encontrar un lugar donde vivir, encaminar a sus hijos en la escuela y buscar trabajo en una ciudad extranjera. Y, como trabajadores hoteleros, saben mejor que nadie cómo atender a las personas que necesitan un refugio seguro.
En los últimos 80 años, los miembros de nuestra Unión han defendido lo que es justo. Hoy, eso significa acoger a estos solicitantes de asilo en nuestra ciudad y ayudarles lo mejor que podamos. Nuestra Unión recogerá y distribuirá entre los inmigrantes que viven en los refugios de emergencia los suministros que necesitan desesperadamente, tales como materiales escolares para niños, artículos para bebés, abrigos y ropa para el frío. Les pedimos que aporten lo que puedan, ya sea donaciones de suministros y ropa o su tiempo para ayudar a preparar y entregar los artículos.
Qué donar: Los siguientes artículos son los más necesarios.
- Abrigos de invierno y ropa de abrigo (¡Todas las tallas! ¡Nueva o poco usada!)
- Ropa (¡Todas las tallas! ¡Solo nueva!): ropa interior, calcetines, camisetas, zapatos y sostenes
- Artículos para bebés: pañales, crema para cambio de pañales, toallitas para bebés, leche de fórmula para bebés sin abrir, chupetes (nuevos), ropa de abrigo, gorros
- Materiales escolares: bolígrafos, lápices, markers, gomas de borrar, sacapuntas, barras de pegamento, tijeras, creyones, reglas, calculadoras, cuadernos, carpetas, libros infantiles
- Artículos nuevos de aseo e higiene: jabón corporal, champú, acondicionador, desodorante, cepillos de dientes, pasta de dientes, crema de afeitar, cortaúñas, hilo dental, productos menstruales sin abrir, curitas, pomada antibiótica y detergente para la ropa.
Cómo donar: Por favor lleve sus donaciones al Auditorio Gertrude Lane en la Oficina de la Unión (entra por el 305 W 44th Street, nivel del entrepiso) a partir del miércoles, 5 de octubre. La oficina estará abierta para aceptar donaciones de lunes a viernes, de 9 am a 5 pm hasta el viernes, 18 de noviembre.
Nota: La oficina de la Unión no estará abierta para aceptar donaciones el viernes, 7 de octubre, el lunes, 10 de octubre, ni el martes, 8 de noviembre.
Cómo ser voluntario: Además de donar artículos, nuestra Unión necesita miembros que ayuden a empaquetar y distribuir los suministros a los solicitantes de asilo en los refugios de emergencia. Para ser voluntario, póngase en contacto con la asistente de HEAT, Sally Weathers, en el (646) 877-6283.
