Un reporte del presidente de HTC Rich Maroko
En los últimos meses ha habido señales esperanzadoras de crecimiento en la industria hospitalaria –70% de nuestros miembros han regresado al trabajo y se proyecta que ese número crecerá a 85% hacia finales del año. Si bien el hecho de que nuestra industria está mejorando es una noticia ciertamente positiva, la difícil realidad es que miles de nuestros miembros todavía están esperando volver a sus trabajos. Las dificultades de la pandemia todavía son muy reales para esos miembros. Pero hay una luz al final del túnel. Además del crecimiento proyectado de nuestra industria, tres nuevas licencias de casino serán emitidas, lo cual generará miles de nuevos trabajos de hospitalidad en la Ciudad de Nueva York.
Nuestra Unión ha sido una gran defensora de aprobar licencias integrales de juego en el sur del estado como parte de la recuperación de la industria de la hospitalidad. Hablamos con la gobernadora Kathy Hochul y con legisladores del estado de Nueva York sobre los miles de trabajos de alta calidad que los casinos traerían a la región y recalcamos la importancia de esos puestos para trabajadores que todavía no tienen trabajo dos años después del comienzo de la pandemia. Contrario a las apuestas de deportes móviles, las cuales se llevan a cabo totalmente por internet, los nuevos casinos emplearían a miles de trabajadores. La gobernadora Hochul entendió la importancia de fomentar el crecimiento de nuestro sector hospitalario y luchó para incluir la aprobación de estas licencias en el presupuesto de este año.
A comienzos de abril, el presupuesto estatal aprobó tres licencias de casinos y ahora comienza el proceso para otorgar esas licencias. Esas licencias llevarán a la creación de miles de trabajos bien pagos para nuestros miembros suspendidos. En anticipación a estos nuevos trabajos de casino, el Fondo de Beneficios aprobó la creación de un programa de entrenamiento para conducir juegos de mesa que, cuando empiece a operar, estará disponible para trabajadores suspendidos. Aquellos que completen el programa exitosamente estarán calificados para cualquier puesto que abra en los casinos existentes en el área metropolitana de la Ciudad de Nueva York. En nuestro rol de Unión de los trabajadores del juego, continuaremos luchando para que esta industria continúe siendo una avenida hacia la clase media para miles de trabajadores de la industria de la hospitalidad.
Podemos hacer que el gobierno trabaje para nosotros
La creación de trabajos de juego es solamente un ejemplo de cómo el gobierno, ya sea federal, estatal o municipal, puede tener un impacto real en nuestra Unión y en las vidas de nuestros miembros. Y ese impacto se pudo ver recientemente. Durante los dos años pasados, nuestra Unión ha hecho que el gobierno trabaje para nosotros al brindar ayudas por la pandemia, asegurar protecciones laborales a largo plazo y reforzar nuestra habilidad para luchar contra la gerencia y organizar a nuevos trabajadores.
A lo largo de la pandemia nuestra Unión ha trabajado con funcionarios gubernamentales de cada nivel para conseguir ayudas para nuestros miembros. En marzo de 2021, trabajamos con el líder de la mayoría en el Senado Chuck Schumer para incluir seis meses de cobertura COBRA completamente subsidiados en el Plan de Rescate Nacional (American Rescue Plan). La inclusión de COBRA gratuito resultó en que miles de nuestros miembros pudieran recuperar su cobertura de salud durante un despido, lo cual tuvo un papel fundamental en que pudiéramos reabrir el Centro de Salud de Brooklyn. Unos meses después, después de que los beneficios de desempleo se acabaran para la mayoría de nuestros miembros, nuestra Unión trabajó con la gobernadora Hochul para asignar doscientos cincuenta millones de dólares para el Fondo de Recuperación de Trabajadores del Turismo –el cual otorgó muy necesitados cheques de ayuda a trabajadores del turismo desempleados y subempleados. Al mismo tiempo en que urgíamos a la gobernadora Hochul a que brindara estímulos a trabajadores desempleados, también trabajábamos con el gobierno de la Ciudad de Nueva York para incentivar a que abrieran los hoteles. Conseguimos la aprobación de la Ley Municipal 2397-A, la cual requiere que hoteles cerrados con más de 100 habitaciones abrieran y convocaran a 25% de sus trabajadores o pagaran $500 en indemnizaciones semanales. Todas esas leyes llegaron en un momento en que nuestros miembros estaban en una situación de necesidad crítica y el gobierno los ayudó.
Además de las ayudas inmediatas por la pandemia, nuestra Unión aseguró protecciones laborales a largo plazo a través de nuevas leyes. En Nueva York, tuvimos éxito en que se aprobaran dos proyectos legislativos que resultarán en que nuestra industria sea más saludable y tenga más densidad sindical, lo cual será crítico para asegurarnos de tener éxito cuando nos sentemos a negociar con la industria al caducar nuestro contrato. El primer proyecto legislativo requiere permisos especiales para el desarrollo hotelero y requerirá la opinión de la comunidad para la creación de nuevos hoteles y detendrá el crecimiento desenfrenado de hoteles de baja calidad. El segundo proyecto de ley trata sobre el problema de hoteles existentes en desuso y deterioro, permitiéndoles a esos hoteles que sean más fácilmente convertidos en viviendas asequibles y removidos del mercado. Un elemento central de este segundo proyecto es que ningún hotel de la Unión puede ser convertido si nos oponemos –lo cual significa que nuestros trabajos estarán protegidos. Al contar el número adecuado de habitaciones disponibles, nosotros (1) reducimos la probabilidad de que nuestros miembros sean despedidos y (2) nos aseguramos de que estaremos en una posición más fuerte en la mesa de negociación. Una tercera victoria significativa fue legislación en Nueva Jersey que hizo que sea ilegal que los hoteles corten limpiezas de habitaciones diarias, lo cual protege los trabajos de miles de nuestros miembros en un momento en el que la industria estaba sacándole ventaja a la pandemia para reducir los costos laborales permanentes.
Y finalmente, nuestra Unión ha trabajado con el gobierno para reforzar nuestra capacidad de organización y de lucha en disputas laborales. Tanto en Nueva Jersey como en la Ciudad de Nueva York, conseguimos legislación de protección de consumidores que requiere que los hoteles informen a huéspedes sobre líneas de piquete con la opción de devolver su dinero si el huésped elige no cruzar la línea de piquete. A comienzos de 2020, Nueva Jersey aprobó una ley estatal que requiere que desarrolladores de hoteles que reciban ciertas inversiones estatales tengan acuerdos de paz laborales, impidiendo disputas laborales.
Les pido a cada uno de ustedes que piensen seriamente en los logros políticos que hemos conseguido. Reconozcan que ninguna de estas victorias hubiera sido posible si no hubiéramos construido nuestro poder político a través del voto y de tocar puertas en defensa de candidatos respaldados por la Unión. Cuando tenemos poder político, los políticos quieren sentarse a la mesa y escucharnos. Sin poder político, no nos toca un lugar en la mesa. Esas son las razones por las cuales ser voluntarios y votar importan. Durante los últimos quince años nuestra Unión ha expandido nuestro poder político y hemos visto los frutos de ese trabajo claramente durante la pandemia, cuando nuestra industria estaba en su momento más débil pero aún así conseguimos que el gobierno trabajara para nosotros.
Si queremos continuar viendo políticas inteligentes que ayuden a que nuestros miembros y nuestra industria se recuperen, necesitamos trabajar para conseguir que los políticos que nos apoyan sean electos. A las poderosas industrias inmobiliaria y hotelera les encantaría vernos débiles, pero no podemos permitir que eso suceda. Después de todo lo que hemos ganado en los últimos dos años, debería quedarnos muy claro a todos nosotros lo importante que es mantener nuestro poder político.
Y por esa razón es especialmente importante que nos enfoquemos en las elecciones de este año. El poder político es construido a través de trabajo sostenido con funcionarios electos, a través de que nuestros miembros sean voluntarios y a través del voto por candidatos pro-trabajadores. Cuando tocamos puertas en nombre de candidatos, estamos logrando dos cosas: primero, ayudamos a fomentar el voto para asegurar que sean electos, y segundo, le mostramos al candidato lo poderosos que somos como aliados. Ser voluntario ayuda a que los candidatos que necesitamos sean electos, pero también les recuerda a esos candidatos que no podrían tener éxito sin nuestro apoyo. En un momento en el que el dinero parece mandar en la política, nuestros miembros de la Unión pueden superar esos intereses monetarios al hacer el trabajo duro de movilizar votantes. El otro aspecto de nuestro poder político viene de votar en bloque. Cuando miles de nosotros votamos para elegir a candidatos pro-trabajadores, nos aseguramos de que sean electos, particularmente en elecciones ajustadas cuando el ganador puede ser decidido en base a algunos cientos de votos.
A lo largo del resto de este año estaremos votando en importantes elecciones, incluyendo la elección del siguiente gobernador de Nueva York, Asamblea del Senado y representantes del Senado y representantes en el Congreso. Cada uno de esos cargos tiene el poder de impactar a nuestros miembros a través de los proyectos legislativos y políticas que aprueben.
Desde ahora hasta noviembre, nuestra Unión saldrá a tocar puertas y a hacer llamadas telefónicas para fomentar el voto a candidatos respaldados por la Unión. A los muchos de ustedes que han donado su tiempo a lo largo de los años, gracias por trabajar para proteger los derechos de sus hermanos y hermanas de la Unión. Y a aquellos de ustedes que nunca han sido voluntarios, entiendan que cuando les pedimos que donen su tiempo, no les pedimos que nos ayuden, sino que les pedimos que se ayuden a sí mismos.