Una súplica a mis hermanos y hermanas de la Unión: El COVID-19 casi me mató y todavía estoy sufriendo. Entonces por favor, vacúnese!
Por Desmond Joseph, Agente de Seguridad, Resorts World NYC
En marzo de 2020, me enfermé con coronavirus y casi morí. Les escribo a mis compañeros de la Unión con la esperanza de que mi experiencia personal sirva como recordatorio del peligro que presenta el coronavirus y de la urgencia de vacunarse.
El 28 de marzo de 2020, fui llevado en una ambulancia a un hospital con síntomas de COVID severos: dolor de pecho, de cuerpo, dificultades para respirar y una fiebre que no bajaba. Dos días después de haber sido admitido, me pusieron en un respirador. Pasé las siguientes dos semanas y media inconsciente, con el respirador respirando por mí. Las cosas se pusieron tan mal que los doctores les aconsejaron a mi esposa, tres hijos y tres nietos que se despidieran. No tengo ningún recuerdo de esto.
Gracias a Dios, sobreviví. Pero mi batalla en contra del COVID estaba lejos de terminada.
Después de casi tres semanas, me sacaron del respirador y me dieron de alta del hospital. Me mudaron a instalaciones de rehabilitación donde pasé otras tres semanas en recuperación, recobrando mis fuerzas. Tuve que aprender cómo comer, beber, caminar y hasta respirar otra vez después de lo que el coronavirus le hizo a mi cuerpo. Después de terminar la rehabilitación, todavía necesité fisioterapia en mi casa por cuatro meses más.
Hoy, después de más de un año, todavía tengo síntomas prolongados como problemas de memoria, dolores de cuerpo, de articulaciones y tos. Tengo suerte de haber podido regresar al trabajo.
Nadie debería pasar por lo que yo pasé y con las vacunas para el COVID-19 disponibles nadie más tiene que hacerlo. Las vacunas son su forma de protegerse a usted mismo y a sus seres queridos de este virus mortal. Me alegra contarles que ya he recibido la segunda dosis de la vacuna en el Centro de Salud de Queens y estoy completamente vacunado en contra del COVID-19.
Mi mensaje a mis hermanos y hermanas de la Unión es simple: no espere, vacúnese.