Murtland McPherson, Pierre Hotel

La Unión está afligida con el fallecimiento de nuestro hermano Murtland McPherson, quien fue engargado de lavandería durante 29 años en el hotel Pierre. Tenía 71 años de edad.

Willie Joseph, Delegado del Pierre, recuerda que Murtland era el típico buena gente. “Él simplemente siempre estaba dispuesto a dar una mano; nunca pensaba en sí mismo. Lo voy a extrañar muchísimo.”

Beverly Footman, otra compañera de trabajo de Murtland en el Pierre durante muchos años, explicó que, “tan pronto como uno veía esa inmensa sonrisa, uno sabía que era Murtland. Siempre estaba sonriendo, feliz y amistoso… era simplemente como un oso de peluche tierno, grandote. Murtland también era un hombre muy trabajador, y siempre era muy puntual. Jamás llegó tarde a su trabajo. También teníamos una broma permanente entre nosotros. Él tenía 10 hijas y yo siempre le preguntaba sobre su ‘equipo de porristas’.” Beverly además comentó que Murtland recientemente acababa de terminar las construcción de la ‘casa de jubilación de sus sueños’ en Guayana, su país natal. “Él trabajó tantos años para construir esa casa, y se iba a mudar para allá pronto, pero ahora ya se fue y no podrá disfrutarla. Es algo tan triste.”

Kettie Joseph, quien comenzó a trabajar en el Pierre en 1995 cuando conoció inicialmente a Murtland, lo recuerda como un hombre magnífico que inmediatamente la tomó bajo su tutela y le enseñó el oficio. “Murtland se hizo un muy querido amigo mío; incluso puedo decir que se convirtió en algo como un pariente lejano. Cultivamos una amistad que duró 24 años y me entristece que no pueda continuar. Comenzamos a hacer juntos el viaje de ida y vuelta al trabajo y él siempre se aseguraba de que yo estuviera bien. Incluso cuando nuestra carrera del trabajo se terminó, Murtland y yo continuamos nuestra amistad. No soy yo la única que lo va a extrañar, sino también mi familia.” Kettie también recuerda que Murtland era un cocinero magnífico. “Él siempre se cercioraba de guardarme pollo con curry. Voy a extrañar cuando me decía ‘Miss Joseph, ¿cómo está?’ en su fuerte y vivo acento guayanés. Se le echa realmente de menos y aún no puedo creer que ya no está aquí y que no podrá jubilarse en el ‘oasis’ que estaba construyendo.”

Rebecca, la esposa de Murtland, con quien estuvo casado 24 años, recuerda a su esposo como, “una persona agradable, atenta y cariñosa, que no titubeaba en darles a los demás todo lo que tuviera para sí mismo, hasta la camisa que llevaba puesta. Nos conocimos en Brooklyn hace más de 30 años. Siempre me trató tan bien, y solía llamarme su ‘princesa’.”

A Murtland lo sobreviven su esposa, sus 10 hijas, y sus muchos amigos íntimos.