Los Síndicos del Seguro Social (Social Security) y de Medicare emiten su Informe para el 2015

September 8, 2015 10:34 AM

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A principios de este año, todos los participantes en el fondo de pensiones del Hotel Council recibieron en sus correos electrónicos, un informe anual del estado de financiamiento de los fideicomisarios del fondo de pensiones. De hecho, todos los trabajadores de Estados Unidos que participan en un fondo de pensiones reciben este informe cada año porque es requerido por la ley.

Al mismo tiempo, también se requiere que los administradores de los fondos fiduciarios de la Seguridad Social y de Medicare proporcionen un informe anual sobre la situación de esos fondos, pero pocos  participantes actuales o futuros lo saben. Eso es porque los administradores de los fondos fiduciarios de la Seguridad Social y Medicare no están obligados a distribuir ese informe a cada beneficiario actual o futuro.

Es por esta razón que la Unión trata de resumir este informe en el Hotel Voice. La Unión hace esto porque el Seguro Social y el Medicare son programas del gobierno que afectarán directamente a cada persona que lee esta publicación. Nuestra Unión cree que es importante que todos comprendamos los problemas que enfrentan estos programas y que sepamos tanto las malas como las buenas soluciones que se sugieren.

Cualquier persona que viva pasados los 62 años esperará a recibir los beneficios de jubilación del Seguro Social, y prácticamente cada persona que llega a los 65 años utilizará el Medicare de alguna manera. Es por eso que la preservación de estos programas debe ser una prioridad política en el Congreso de Estados Unidos y una prioridad para todos los hombres y mujeres que trabajan en los Estados Unidos.

El Informe del 2015

Ya llegó el informe anual del 2015 de los fideicomisarios del Seguro Social y de Medicare y, como el año pasado, la noticia es realmente mejor de lo esperado en algunos aspectos. Aunque ambos programas siguen pagando todas sus obligaciones a los beneficiarios y lo harán durante algunos años por venir, una mirada al futuro de ambos a largo plazo revela que todavía están en graves problemas. Los votantes deben comprender por qué esto ha sucedido y qué medidas están disponibles para corregir la situación.

El informe del 2015 dice que ni Medicare ni el Seguro Social puede sustentar los costos proyectados de esos programas a largo plazo en su totalidad, en virtud de la financiación que actualmente está prevista. Aconseja enfáticamente que son necesarios los cambios legislativos que eviten consecuencias perjudiciales para los beneficiarios y para los contribuyentes. Si los legisladores toman medidas lo antes posible, habrá más opciones y más tiempo para enfrentar los cambios y para que el público pueda prepararse.

Un accionar pronto también ayudará a los funcionarios electos a minimizar los impactos adversos a las poblaciones vulnerables, incluidos los trabajadores de bajos ingresos y las personas ya que dependen de los beneficios del programa.

Los fideicomisarios informan, además, que el Seguro Social y Medicare en conjunto representaron el 42 por ciento de los gastos del gobierno federal en el año fiscal 2014, en comparación con el 41 por ciento en el 2013 y 38 por ciento en el 2012. Dicen que ambos programas experimentarán hasta mediados de la década del 2030 un crecimiento de los costes considerablemente superior a la crecimiento del producto interno bruto de Estados Unidos. Hay varias razones para esto, una de las cuales es que las tasas de natalidad son más bajas, lo que significa que menos trabajadores estarán en la fuerza de trabajo pagando los impuestos que sustentan el programa. Otra razón que también ha afectado los planes de pensiones es el hecho de que las personas están viviendo mucho más tiempo y por lo tanto están recibiendo dinero del Seguro Social y beneficios de Medicare durante períodos largos que en el pasado.

El Seguro Social DI

El informe dice que el programa de Seguro por Discapacidad (DI, por sus siglas en inglés) está en serios problemas, y de hecho, enfrenta la escasez de financiación más inmediata que ningún otro programa. El informe dice que, si bien la legislación es necesaria para hacer frente a todos los desequilibrios financieros del Seguro Social, la necesidad se ha vuelto más urgente con respecto al programa de Seguro por Discapacidad. En resumen, el Congreso debe actuar pronto para evitar las reducciones automáticas en los pagos a los beneficiarios del DI a finales de 2016.

Los Pasos Ahora Necesarios

Si bien es evidente que el Congreso debe tomar medidas inmediatas para reparar la financiación de los programas del Seguro por Discapacidad, lo cierto es que tampoco debe demorarse en tomar medidas para reforzar otro programa del Social Security: El Seguro para la vejez y los sobrevivientes (Old-Age and Survivors Insurance ,OASI, por sus siglas en inglés) así como la parte de Medicare.

Los administradores, una vez más, señalan que las medidas adoptadas con la mayor anticipación posible darán más opciones y más tiempo para enfrentar de cambios y para que el público tenga tiempo suficiente para prepararse. Como lo hicieron el año pasado, los fideicomisarios dejan claro una vez más que, tomando medidas ahora, el impacto en las poblaciones vulnerables, como los ancianos y los enfermos, será menos duro. Los administradores también informan que tanto el Seguro Social y el Medicare experimentarán un aumento en los costos que superarán el crecimiento del Producto Interno Bruto de los EE.UU. en las próximas décadas. Como se señaló anteriormente, una de las razones de esto es el hecho de que las personas están viviendo más tiempo, pero otra razón es el gran número de jubilaciones de los baby-boomers que comenzó a ocurrir en los últimos años y que continuarán a lo largo de los próximos 15 años.

También hay que señalar que la pronta resolución de las cuestiones de financiación ayudará a reducir el déficit presupuestario federal que se anticipa. Hay pocas personas razonables que puedan estar en desacuerdo con esa opinión.

Financiación

El Programa del Seguro Social de la Nación se financia con impuestos a los ingresos y con los intereses que generan esos impuestos para el fondo fiduciario. En el año 2010, los gastos del Seguro Social eran más altos que el monto de los fondos recaudados a través de los impuestos. Esa fue la primera vez que había sucedido en 25 años, y ha vuelto a ocurrir todos los años desde entonces. Para empeorar las cosas, los administradores estiman que, si no se hacen cambios, estos gastos seguirán siendo mayores que los ingresos impositivos en los próximos años. El déficit tiene un promedio de más de $50 mil millones al año desde 2010. En el informe de este año se proyecta que este déficit promediará alrededor de $76 mil millones al año hasta el 2018, sin cambios desde la proyección del año pasado.

También hay que señalar que hubo una reducción temporal en la tasa de impuestos sobre la nómina para el Seguro Social en 2011 y 2012 que redujo los ingresos en un total de 222 mil millones dólares durante esos dos años. Sin embargo, no fue esa la causa de que los gastos del programa fueran superiores a los fondos que ingresaron. Eso es debido a que la legislación que estableció la reducción de impuestos para esos dos años también previó las transferencias de ingresos del fondo general del gobierno federal a los fondos fiduciarios para compensar el déficit creado por la reducción de impuestos. Como los trabajadores saben muy bien por la disminución del pago en sus cheques el año pasado, la reducción de impuestos de nómina temporal caducó a finales de 2012.

Están bien las proyecciones a corto plazo

Los administradores informan de que el déficit del Seguro Social de Jubilación y el del Fondo para el Seguro para Sobrevivientes proyectado para los próximos 75 años es el mayor desde 1982. Ellos incluso proyectan que continuará fallando la prueba de solvencia a largo plazo. Al mismo tiempo, sin embargo, estos fondos hacen cumplir el criterio de suficiencia financiera a corto plazo. En el informe de este año, se proyecta que los activos de los fondos fiduciarios combinados superarán el costo proyectado por año hasta el 2027, lo cual es una buena noticia, ya que es la misma proyección de los últimos dos años. Por otra parte, los costos aislados del programa de Seguro por Discapacidad (DI) han superado los ingresos no financieros desde el 2005, y como se señaló anteriormente, los síndicos prevén que se agotarán sus fondos en el 2016. Los fideicomisarios hacen hincapié en que el programa DI tiene el déficit de financiamiento más serio e inmediato que ningún otro los fondos fiduciario.

Medicare

La situación financiera de Medicare es peor que la del Seguro Social. Hay dos fondos fiduciarios de Medicare, uno para el Seguro de Hospital (HI) y otra para Seguro Médico Suplementario (SMI), el último también se llama la Parte B (la característica de Medicare que cubre las cuentas médicas y otros gastos ambulatorios).

Pero también hay buenas noticias. La proyección para el Fondo Fiduciario del Seguro de Hospital de Medicare en realidad mejoró en el 2012 y 2013. La mejora se debe al ahorro causado por la Ley de Cuidado de Salud Asequible, también llamado Obamacare. Pero incluso con esas buenas noticias los custodios informan de que el fondo de seguro de hospitalización no pasa la prueba de la suficiencia financiera a corto plazo, ya que los activos están por debajo de los gastos proyectados por año. El fondo tampoco se sustenta a largo plazo. Se prevé  que el Fondo Fiduciario del Seguro Hospitalario gastará más de lo que recibe en ingresos en todos los años futuros, como viene haciéndolo desde 2008. La fecha proyectada para el agotamiento de los fondos para el Seguro de Hospital es el 2030, de acuerdo con los fideicomisarios. Las proyecciones a largo plazo son igualmente deprimentes.

Por otra parte, los fideicomisarios estiman que la Parte B de Seguro Médico Suplementario (SMI) y la Parte D, que proporciona acceso a la cobertura de medicamentos recetados, permanecerán debidamente financiadas en el futuro, porque la ley actual ofrece financiamiento automáticamente cada año para satisfacer los costos esperados del año siguiente. Pero los Síndicos también señalan que el hecho que las personas están viviendo más tiempo hará que los costos del SMI crezcan rápidamente desde el 2,0 por ciento del Producto de Interno Bruto (PIB) de este año a aproximadamente el 3,3 por ciento de su PIB en el 2035. Afortunadamente, los costos de atención de salud no están aumentando tanto como se había previamente proyectado.

El informe de los fideicomisarios, por segundo año consecutivo, proyecta que los costos de Medicare durante los próximos 75 años pueden ser sustancialmente inferiores a lo que de otro modo serían sido si no se hubiesen implementado de las disposiciones de la Ley de Asistencia Asequible (Obamacare), que mitigan el aumento de los costos asociados con Medicare.

Conclusión

Los fideicomisarios llegan a algunas conclusiones obvias en su informe del 2015. Por empezar, dicen que la reducción de los fondos fiduciarios y de las reservas para el Seguro Social y para Medicare se traducirá en una presión creciente sobre el presupuesto federal. Eso no es una sorpresa, pero lo que puede sorprender a algunas personas es que, por séptimo año consecutivo, la misma la Ley de Seguridad Social requiere que los síndicos emitan una "Advertencia a los Fondos de Medicare."

Los consejos dados por los custodios al Congreso son una noticia importante, pero recibieron poca atención en los medios. Los fideicomisarios incluyen tres secretarios del gabinete: Jacob J. Lew (Secretario del Tesoro), Sylvia Burwell (Secretaria de Salud y Servicios Humanos) y Tomás Pérez (Secretario de Trabajo), y tres fideicomisarios públicos, y todos fueron unánimes en esta conclusión: "Los legisladores deben abordar los desafíos financieros que enfrenta el Seguro Social y Medicare tan pronto como sea posible. La adopción de prontas medidas dará más opciones y más tiempo disponible para enfrentar los cambios y para que la gente pueda prepararse."

La Futura del Seguro Social

La futura solvencia financiera de los programas del Seguro Social y Medicare dependerá de cuán valientes sean los miembros del Congreso en los próximos años. Estos son los programas de gobierno que son muy populares, y muchos legisladores consideran que sería un suicidio político aumentar los impuestos sobre la nómina o reducir los beneficios con el fin de mantenerlos económicamente solventes. Pero, como muchos sindicatos incluido el nuestro han señalado, no hay necesidad de aumentar los impuestos o de reducir los beneficios para salvar estos programas. En su lugar, el tope de ingresos de FICA debe elevarse. En el 2015 los impuestos al Seguro Social (FICA) se aplicarán sólo a los primeros 120.000 dólares en ingresos que gane cada persona por año.

Cualquier ingreso anual de más de $120.000 no está sujeto al impuesto sobre la nómina que financia los programas de Seguro Social. Los expertos financieros dicen que si todos los ingresos obtenidos estuvieran sujetos a este impuesto, en lugar de sólo los primeros $120.000, el programa sería financieramente solvente hasta bien entrado el siglo 22, con suficiente dinero de sobra para resolver los déficits financieros de Medicare también.

"Creemos que esta información es importante para los miembros y sus familias porque el Seguro Social y Medicare son programas que casi todos los trabajadores usarán en algún momento", dijo el Presidente de nuestro sindicato, Peter Ward, esta semana. "Es imperativo para todos entender que la financiación de estos beneficios está empezando a escasear y que deben tomarse medidas lo antes posible para garantizar su solvencia en el futuro. Los administradores de estos programas lo han dicho en su informe del 2014, y el Congreso debe llegar a un plan para hacer frente a estas preocupaciones."